Adquirir una fracción de una propiedad puede ser una solución definitiva para las vacaciones de una familia y a muy bajo costo de mantenimiento. Sin embargo no toda propiedad cumple con los requisitos para que la gestión de los copropietarios sea armónica y no se convierta en un dolor de cabeza.
Sea que el propietario lo destine a uso o renta, las propiedades hoteleras (suites, apartamentos o condominios) ofrecen un plusvalor respecto de las que están en, por ejemplo, barrios o distritos ya que ofrecen dos vectores de tracción en el valor: el negocio inmobiliario y el negocio hotelero.
Es por ello que, al momento de adquirir una fracción de una propiedad, conviene tener en cuenta 4 aspectos fundamentales; son los 4 puntos cardinales que van a orientarte a que la inversión que estás realizando es la correcta.
- Títulos de la propiedad. Es un tema clave, es importante que le pidas al vendedor que te comparta los instrumentos legales que van a acreditar que eres el legítimo propietario de la fracción que adquieres. Los títulos deben estar perfectos y en condiciones de enajenarse, ya que las propiedades, en la mayoría de los casos, se someten a un fideicomiso de administración que protege a todos los condómines. En caso de no contar con escritura, un boleto de compraventa es un buen instrumento transitorio, hasta que se confecciona la escritura correspondiente.
- Destino Vacacional consagrado. Es la llave que garantiza que tu inversión va a conservar su valor e, incluso, obtendrá un revalúo por la madurez del proyecto o del destino y será lo que determine la velocidad de la reventa en el caso que el propietario decida vender su fracción.
- Servicios de hotelería. Es clave que la propiedad cuente con servicio de hotelería o concierge; incluso, es mejor si las propiedades forman parte del inventario de un hotel de categoría, ya que, de ese modo se garantiza un servicio de calidad, profesionalizado y, según la cadena, bajo estándares internacionales, al tiempo que el Brand de la cadena agrega valor a la propiedad. En este caso, no se adquiere sólo un “ladrillo” sino que se participa de un negocio hotelero.
- Posibilidad de intercambio. Darle la posibilidad al propietario de intercambiar sus semanas por otra propiedad similar o de mayor jerarquía, lo que se logra a través de convenios de room clearing entre diferentes hoteles o con empresas globales de intercambio vacacional.
La articulación de estos cuatro puntos serán fundamentales para obtener clientes satisfechos, que verán en su propiedad una posibilidad cierta de disfrute, a la vez que tendrán su inversión a resguardo y con una plusvalía asegurada.